Plasencia rodeada del puerto de Honduras, Tornavacas, Gatas y las Hurdes, ve año tras año como se cubren de nieve y ella no. Lo único que la llega es el viento gélido que al pasar sobre ella, se enfría todavía más. Con frecuencia un poco de envidia si que debe sentir, pero el día 11 de enero Plasencia amaneció casi toda cubierta de nieve,era un regalo con el que la naturaleza cada veinte o treinta años suele sorprenderla.
Amaneció tan bonita y es tan inusual, que cámara en mano me fuí al parque de la Isla e hice varias fotos, eso si con abrigo,bufanda,guantes y botas que nuestros cuerpos no están acostumbrados a tan bajas temperaturas. Como el cachorro que iba con su dueño dando saltos porque se le hundían las manos y patas en la nieve y protestaba,no sabía qué es lo que pasaba.
Por la mañana la ciudad estaba intransitable, pero bella. Y los niños como cualquier otros niños con la nieve, lanzaban bolas a las que había que estar atenta para esquivar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario